domingo, 12 de agosto de 2012

EL DEPARTAMENTO


Si este blog lo hubiera empezado a hacer cuando llegué, habría sido muy diferente. Comenzaría contando mis impresiones de la ciudad, lo fea que me parecía, cómo me desesperó la búsqueda de departamento (que duro sólo dos días, pero se me hizo eterna) y lo mal que me sentaba la comida. Pero no, ya llevamos más de dos semanas aquí y mis primeras impresiones, afortunadamente, han cambiado. La ciudad tiene zonas muy agradables, nuestro departamento me encanta y la comida también. 

Y ahora, disfrutando de internet por cortesía de algún amable vecino, nace este blog, como un diario, un sitio para el puro cotilleo, donde comentar las cosas que me parecen curiosas y mi vida aquí.

Así que empezaré hablando de nuestro departamento, que fue mi obsesión durante los primeros días. Al llegar aquí intentamos arrendar por agencia, pero resulta que pillaba el cambio de estudiantes de semestre y había mucha demanda. Además, Santiago tiene pocas zonas en las que apetezca vivir, estén bien situadas y sean asequibles. Y otro factor a tener en cuenta son los gastos comunes: los departamentos están en macrobloques nuevos en cuya azotea hay piscina (enana), quincho (barbacoa), gimnasio y lavandería, dando unos gastos mensuales de hasta 80.000 pesos (que son unos 135 eurazos), a los que hay que sumar los otros gastos (agua, luz, etc). 

En una de las dos principales agencias nos enseñaban sólo el piso en fotos y nos metían mucha prisa, porque había tanta demanda que lo podían reservar en cualquier momento. Y a mí esas cosas me agobian. En la otra agencia, que parecía presionar menos, nos pasaron un par de direcciones que nos interesaban y fuimos a ver uno. Estaba en Santiago Centro, en una calle de bastante tráfico y era un tercero. Aquí tengo que aclarar que los ventanales de aquí son bastante malos, ni aíslan del frío ni del sonido. El caso es que el sitio estaba bien pero se oían los autobuses como si pasaran por tu salón. Además, estaban los carabineros al lado. Y, otra aclaración, les apasionan las alarmas de los coches y cada dos por tres están sonando, deleitándonos con una multitud de “melodías” a cual más molesta. Vamos, que el departamento era una fiesta. Salimos, comemos y llamamos al de la agencia para decirle que no nos interesaba y el cachondo nos dice que ya se lo habían arrendado a otros… Muy majos. Entonces fuimos a ver la zona donde estaba el otro que nos gustaba, que resulta que el último inquilino, un español, lo había reventado y tenían que cambiar hasta el papel. Bueno, pues se supone que era una zona “apta” para vivir y me pareció deprimente. Era una mezcla de rascacielos, garajes, almacenes y casas casi derruidas. Vamos, un placer para los sentidos y la seguridad personal. Así que departamento descartado también. 

Al volver al hostal nos comentaron que para buscar piso, mejor ir por los bloques preguntando a los porteros, porque muchas veces no los publican en internet ni ponen carteles. Así que Andrés se fue una mañana y de rebote (buscando otro departamento que habíamos visto en internet), fue a parar al nuestro. Yo quería esa zona para vivir (Providencia), porque es una mezcla de bloques nuevos, casas bonitas, comercios y cerca del centro pero sin ser una zona muy ruidosa. Así que cuando Andrés me dijo que había visto este departamento, no me hizo falta ni verlo, le dije que lo cogiéramos: ni tenía ganas de mirar más ni quería otra comuna. 
Y aquí estamos, no tenemos piscina ni quincho ni gimnasio, con lo que los gastos comunes son mucho más aceptables. Y, la verdad, viendo las fotos de las otras piscinas, una pileta de unos 8x4m que no cubre, siendo usadas por los habitantes de más de 100 departamentos… no dan ganas de utilizarlas (y los que me conocen, saben que tampoco iba a usar el gimnasio).Y encima el departamento es hasta grande. 

Cocina en la que cabemos los dos pidiendo la vez, pero muy apañada. 


Salón-comedor con un sofá de verdad (la mayoría eran tipo sofá-cama-futón para que duerma alguien más pero que no aguante sentado nadie). Ah, y tele por cable (con la MTV y todas mis series chorras!!).




Mini terraza, que al ser  un piso 15, tiene unas vistas muy buenas, que enseñaré en otro post, (considerando todo lo buenas que pueden ser en esta ciudad).



 Dormitorio con cortinas black-out porque no, no hay persianas, y no, el black-out no sirve para nada, como se puede apreciar claramente en la imagen, tomada por la mañana, con todo cerrado. Ya me estoy acostumbrando, pero al principio, en cuanto salía el sol, me despertaba cada media hora.



 Y baño, con ventana y una bañera en la que sólo quepo sentada, pero tiene!!


 
 Respecto a los ruidos, aún siendo un 15, se oye el tráfico, las obras de alrededor y, cómo no, las alarmas.

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